Mucho antes de que Maradona llegase al Nápoles, en 1984, la afición `azzurri¿ ya tenía simpatía por los colores azul y grana del Barça. El genio argentino unió a ambos clubs para siempre, pero el orgullo napolitano es de lo más parecido que existe en Italia al orgullo catalán, así que Genaro, uno de los aficionados que ayer estuvo en el Camp Nou y que viajó directamente de la Campania, lo tenía claro: “Soy del Nápoles a muerte y, después del Nápoles, soy del Barça a muerte”.
Existen más similitudes entre ambos conjuntos. Algunas coincidiencias van más allá del fútbol y, otras, hablan de él. Uno de los clubs más odiados por la afición napolitana es la Juventus, que en Italia encarna un papel parecido al que el Real Madrid tiene en la Liga. “Vosotros no podéis ver al Madrid y nosotros no podemos ver a la Juve”, aseguraba Alessandro, que reconocía que “ambos clubs representan al poder y la prepotencia. Afortunadamente, ahora gana el Barça y la Juve sigue sin hacerlo”. Incluso la bandera de Nápoles usa los mismos colores que la catalana y su dialecto está lleno de palabras de origen catalán porque su territorio estuvo bajo influencia catalana. El Nápoles tiene una peña de aficionados en Barcelona y uno de ellos, Paolo, confesaba que “yo creo que nuestra ciudad es como la Barcelona de antes de los Juegos Olímpicos. Ahora Barcelona es enorme, se ha hecho gigante, pero un día fue como Nápoles”. Más allá de la cultura, Maradona lo une todo: “Claro, es Dios, lo es más para nosotros que para vosotros, lo sabemos, pero jugó en ambos equipos y eso no se olvida”, reconoce Genaro.
En Italia aseguraban que unos 10.000 aficionados napolitanos se acercaron ayer al Camp Nou. Quizá no fueron tantos, pero el grupo de seguidores procendente, en su mayoría, del sur de Italia, era visible en un Estadi que no se llenó, pero que registró una entrada cercana a los 80.000 espectadores.
El público que se acerca al Joan Gamper no es el habitual durante la temporada. El socio se queda en casa y el aficionado sin posibilidad de acceder al Camp Nou de forma regular compra las entradas. Los turistas ayudan a dar colorido a las gradas y, ayer, la mayoría era del sur de Italia. Pero la proximidad con la final de la Supercopa de España, en la que todo el mundo tuvo que pasar por taquilla, acabó con el fondo de armario de muchos de los seguidores que suele acudir al Joan Gamper todos los veranos.
Respeto es lo que se vivió entre napolitanos y catalanes desde el primer momento, respeto y admiración. Los seguidores del club italiano, celosos de sus tradiciones, disfrutaron de las que el Barça puso sobre el tapete del Camp Nou. Primero fueron los `trabucaires¿, que lucieron trabucos durante los instantes previos al partido. Luego fueron la `senyera¿, acompañada de la bandera blaugrana. Giuseppe, un napolitano residente en Barcelona desde hace tres años, ha “aprendido a admirar a los catalanes, que sienten un orgullo por su país parecido al que tenemos nosotros por Nápoles”.
El Barça preparó una escenografía en la que recordó los cuatro títulos de la Champions que ya posee el club tras conquistar el máximo título europeo en Londres la pasada temporada. Cuatro globos se inflaron, uno detrás del otro, mientras por megafonía sonaba una canción que recordaba a cada uno de ellos. Un grupo de bailarinas y algunos bailarines se paseaban aldededor de los globos correspondientes a Londres 1992, París 2006, Roma 2009 y Londres 2011. Manu Guix estuvo al piano mientras la gente masticaba chicle, comía pipas o se fumaba un cigarro ¿el Camp Nou aún no es un estadio sin humo¿. Algunos no hacían nada. Saltaron al campo los futbolistas y Tito Vilanova fue de los más ovacionados. No es ya futbolista, pero lo fue, de los buenos, cosa que José Mourinho no puede decir. Quizá por ello le metió el dedo en el ojo. Pura envidia. De los que siguen jugando, Leo Messi salió el último, deseoso de sentir, de nuevo, el cariño del Camp Nou. El argentino es especial. Lo sabe Pep, lo saben sus compañeros y lo sabe la afición. Este `10¿ no acabará, salvo sorpresa mayúscula, en Nápoles. Larga vida al `10¿.